Costa Rica, Nicaragua y Panamá están alerta y han activado sus equipos de socorro ante los efectos del potencial ciclón tropical Dos, que se encuentra ya en el suroeste del mar Caribe y se espera que se fortalezca en su camino hacia Centroamérica hasta convertirse en la tormenta tropical Bonnie.
Las autoridades de Nicaragua han informado que tienen listos más de 300 centros de albergues temporales, y que están suspendidos de forma indefinida los zarpes en los 11 puertos más importantes del país tanto en el Caribe como Pacífico.
A finales de 2020 la costa Caribe de Nicaragua fue impactada por los huracanes Eta e Iota, en categorías 4 y 5, respectivamente de la escala Saffir-Simpson, con apenas 13 días de diferencia, lo que dejó como resultado destrucción y muerte.
La vecina Costa Rica estableció una alerta naranja para casi todo el territorio ante la llegada de Bonnie este viernes, día en que han sido suspendidas las clases a partir del mediodía como medida preventiva ante las lluvias que se prevé se prolonguen hasta el sábado.
La Comisión Nacional de Emergencias costarricense activó la labor de comités locales de emergencias, el traslado de personal y provisiones a las zonas que se prevé serán las más afectadas, así como la revisión de 200 lugares que podrían funcionar como albergues ante una emergencia.
La última vez que Costa Rica sufrió el impacto directo de un huracán fue en 2016 cuando Otto ingresó por la costa del Caribe, atravesó el país y salió al Pacífico.
En Panamá, el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) activó sus equipos operativos en las provincias de la costa Caribe, entre ellas las fronterizas con Costa Rica, ante el aumento de la inestabilidad del tiempo producto de los efectos colaterales por el paso del ciclón tropical Dos.
Asimismo, la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) emitió un aviso preventivo - vigente hasta el próximo sábado - a las embarcaciones menores y yates de placer para que aumenten sus medidas de precaución en costas o mar adentro del litoral del Caribe.
Las lluvias asociadas a los huracanes Eta e Iota, que asolaron parte de Centroamérica en noviembre de 2020, causaron una veintena de muertos y daños millonarios a la agricultura en Panamá.
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CRUZ ROJA INTERNACIONAL ACTIVADA
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) y su red de equipos nacionales monitorea la intensidad y trayectoria de la posible tormenta y los daños que deja a su paso, como inundaciones leves y sin víctimas en San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Granada, Guyana, Surinam y Venezuela.
En un comunicado, la IFRC señaló que en Centroamérica, los equipos de la Cruz Roja están revisando sus planes de contingencia y preparando a las comunidades.
"En Panamá, el Hub Humanitario de IFRC está abastecido al máximo, con artículos y bienes esenciales para apoyar hasta 60.000 personas en las primeras horas después de un posible desastre", agregó la institución.
El Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria (CLRAH), también conocido como "Hub humanitario de las Américas", es uno de los cinco que hay en el mundo y que opera desde noviembre de 2018.
Tiene una capacidad de almacenamiento de 12.000 metros cuadrados, y sus usuarios fundadores son el panameño Sinaproc y el Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas (UNHRD), operado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la IFRC.